El loro más raro del mundo: con 'sobrepeso', nocturno e incapaz de volar
Es un loro verde, enorme, incapaz de volar y de hábitos nocturnos. Puede vivir hasta 60 años, muchísimo para un ave. Y dicen que huele a flores y a miel. Vive en Nueva Zelanda, se llama kakapo y está considerado el loro más raro del mundo.
Kakapo significa 'loro nocturno' en lenguaje maorí. Perdió la capacidad de volar hace millones de años, cuando sus antepasados se instalaron en la isla. Sucedió porque no lo necesitaba.
Allí no tenía depredadores, excepto un enorme águila ya extinguida a la que daba esquinazo escondiéndose en los arbustos. También aumentó de tamaño (ya que no tenía que 'mantener la figura' para volar).
Puede acumular abundante grasa y hasta alcanzar los cuatro kilos de peso. Sus plumas, también cambiaron de aspecto con su llegada a la isla. Ahora son más parecidas al plumón propio de las crías. Les ahora sirven para resguardarse del frío.
La cara del kakapo merece especial atención. Es redondeada y las plumas están dispuestas de tal forma que acentúan el efecto mofletudo. Los colonos europeos de hecho lo llamaban 'loro lechuza' porque su cara les recordaba a este otro ave.
Para rematar su carita fuera de lo común, tiene bigotes. Le sirven para tantear el terreno cuando recorre con su pico el suelo en busca de comida.
FUENTE: RTVE
Kakapo significa 'loro nocturno' en lenguaje maorí. Perdió la capacidad de volar hace millones de años, cuando sus antepasados se instalaron en la isla. Sucedió porque no lo necesitaba.
Allí no tenía depredadores, excepto un enorme águila ya extinguida a la que daba esquinazo escondiéndose en los arbustos. También aumentó de tamaño (ya que no tenía que 'mantener la figura' para volar).
Puede acumular abundante grasa y hasta alcanzar los cuatro kilos de peso. Sus plumas, también cambiaron de aspecto con su llegada a la isla. Ahora son más parecidas al plumón propio de las crías. Les ahora sirven para resguardarse del frío.
La cara del kakapo merece especial atención. Es redondeada y las plumas están dispuestas de tal forma que acentúan el efecto mofletudo. Los colonos europeos de hecho lo llamaban 'loro lechuza' porque su cara les recordaba a este otro ave.
Para rematar su carita fuera de lo común, tiene bigotes. Le sirven para tantear el terreno cuando recorre con su pico el suelo en busca de comida.
FUENTE: RTVE
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